27 diciembre 2007

Subtarea 7: Cambiar Dimensión Objeto Incrustado



What we want for Christmas...

Teniendo en cuenta las fechas en las que estamos, aprovecharemos la circunstancia para comentar algunas de las curiosidades sobre el origen de esta festividad tan típica de los países anglosajones (y cada vez más de otros muchos lugares del mundo).

Antes de nada, explicar que la traducción del título a nuestro país (y a nuestra tradición dominante, de momento) debería ser: "Lo que queremos de Reyes...". Es curioso ver cómo una misma situación es vivida de muy diferente forma por cada uno, aunque sea un lugar común como la Navidad. De ahí que el vídeo incrustado en este post sirva para ilustrar dicha diversidad de una manera graciosa y elocuente. Nuevamente, la curiosidad de aquéllos que estáis leyendo estas líneas debería llevaros a intentar mejorar vuestra competencia en la lengua de Shakespeare; cuantas más veces veáis y escuchéis el vídeo, más iremos comprendiendo progresivamente. Así que, ¡ánimo! Sólo deciros que entre el consumismo más bárbaro de "todo para mí" y la generosidad altruista de "compartamos lo que tengo", gana, me temo, por goleada lo primero; pero, como dije antes, lo importante son los detalles, por lo tanto, prestad atención y a ver el vídeo las veces que haga falta.

En cuanto al origen de la leyenda de Santa Claus, ésta deriva directamente de las que desde muy antiguo han adornado la figura de San Nicolás de Bari (ca. 280-ca. 350), obispo de Myra y santo que, según la tradición, entregó todos sus bienes a los pobres para hacerse monje y obispo, distinguiéndose siempre por su generosidad hacia los niños.

En la Edad Media, la leyenda de San Nicolás arraigó de forma extraordinaria en Europa, particularmente en Italia (a la ciudad italiana de Bari fueron trasladados sus restos en el 1087), y también en países germánicos como los estados alemanes y holandeses. Particularmente en Holanda adquirió notable relieve su figura, al extremo de que se convirtió en patrón de los marineros holandeses y de la ciudad de Amsterdam. Cuando los holandeses colonizaron Nueva Amsterdam (la actual isla de Manhattan), erigieron una imagen de San Nicolás, e hicieron todo lo posible para mantener su culto y sus tradiciones en el Nuevo Mundo.

La devoción de los inmigrantes holandeses por San Nicolás era tan profunda y al mismo tiempo tan pintoresca y llamativa que, en 1809, el escritor norteamericano Washington Irving (1783-1859) trazó un cuadro muy vivo y satírico de ellas (y de otras costumbres holandesas) en un libro titulado Knickerbocker's History of New York (La historia de Nueva York según Knickerbocker). En el libro de Irving, San Nicolás era despojado de sus atributos obispales y convertido en un hombre mayor, grueso, generoso y sonriente, vestido con sombrero de alas, calzón y pipa holandesa. Tras llegar a Nueva York a bordo de un barco holandés, se dedicaba a arrojar regalos por las chimeneas, que sobrevolaba gracias a un caballo volador que arrastraba un trineo prodigioso. El hecho de que Washington Irving denominase a este personaje "guardián de Nueva York" hizo que su popularidad se desbordase y contagiase a los norteamericanos de origen inglés, que comenzaron también a celebrar su fiesta cada 6 de diciembre, y que convirtieron el "Sinterklaas" o "Sinter Klaas" holandés en el "Santa Claus" norteamericano.

Pocos años después de la publicación del libro de Irving, la figura de Santa Claus había adquirido tal popularidad en la costa este de los Estados Unidos que, en 1823, un poema anónimo titulado A Visit of St. Nicholas ('Una visita de San Nicolás'), publicado en el periódico Sentinel ('El Centinela') de Nueva York, encontró una acogida sensacional y contribuyó enormemente a la evolución de los rasgos típicos del personaje. Aunque publicado sin nombre de autor, el poema había sido escrito por un oscuro profesor de teología, Clement Moore, que lo dedicó a sus numerosos hijos y nunca pudo prever que un familiar suyo lo enviaría a un periódico. Hasta el año 1862, ya octogenario, no reconocería Moore su autoría. En el poema, San Nicolás aparecía sobre un trineo tirado por renos y adornado de sonoras campanillas. Su estatura se hizo más baja y gruesa, y adquirió algunos rasgos próximos a la representación tradicional de los gnomos (que precisamente también algunas viejas leyendas germánicas consideraban recompensadores o castigadores tradicionales de los niños). Los zuecos holandeses en que los niños esperaban que depositase sus dones se convirtieron en anchos calcetines. Finalmente, Moore desplazó la llegada del simpático personaje del 6 de diciembre típico de la tradición holandesa, al 25 de ese mes, lo que influyó grandemente en el progresivo traslado de la fiesta de los regalos al día de la Navidad.

El proceso de popularización del personaje siguió en aumento. El 6 de diciembre de 1835, Washington Irving y otros amigos suyos crearon una sociedad literaria dedicada a San Nicolás, que tuvo su sede en la propia casa de Irving. En las reuniones, era obligado fumar en pipa y observar numerosas costumbres holandesas. Ello indica hasta qué extremo habían aceptado esta tradición holandesa los norteamericanos descendientes de otros grupos inmigrantes.
El otro gran contribuyente a la representación típica de San Nicolás en el siglo XIX fue un inmigrante alemán llamado Thomas Nast. Nacido en Landau (Alemania) en 1840, se estableció con su familia en Nueva York desde que era un niño, y alcanzó gran prestigio como dibujante y periodista. En 1863, Nast publicó en el periódico Harper's Weekly su primer dibujo de Santa Claus, cuya iconografía había variado hasta entonces, fluctuando desde las representaciones de hombrecillo bajito y rechoncho hasta las de anciano alto y corpulento. El dibujo de Nast lo presentaba con figura próxima a la de un gnomo, en el momento de entrar por una chimenea. Sus dibujos de los años siguientes (siguió realizándolos para el mismo periódico hasta el año 1886) fueron transformando sustancialmente la imagen de Santa Claus, que ganó en estatura, adquirió una barriga muy prominente, mandíbula muy ancha, y se rodeó de elementos como el ancho cinturón, el abeto, el muérdago y el acebo. Aunque fue representado varias veces como viajero desde el Polo Norte, su voluntariosa aceptación de las tareas del hogar y sus simpáticos diálogos con padres y niños le convirtieron en una figura todavía más próxima y entrañable. Cuando las técnicas de reproducción industrial hicieron posible la incorporación de colores a los dibujos publicados en la prensa, Nast pintó su abrigo de un color rojo muy intenso. No se sabe si fue él el primero en hacerlo, o si fue el impresor de Boston Louis Prang, quien ya en 1886 publicaba postales navideñas en que aparecía Santa Claus con su característico vestido rojo. La posibilidad de hacer grandes tiradas de tarjetas de felicitación popularizó aún más la figura de este personaje, que numerosas tiendas y negocios comenzaron por entonces a usar para fines publicitarios. Llegó incluso a ser habitual que, durante las celebraciones navideñas, los adultos se vistieran como él y saliesen a las calles y tiendas a obsequiar a los niños y hacer propaganda de todo tipo de productos. Entre 1873 y 1940 se publicó la revista infantil St. Nicholas, que alcanzó una enorme difusión.

La segunda mitad del siglo XIX fue trascendental en el proceso de consolidación y difusión de la figura de Santa Claus. Por un lado, quedaron fijados (aunque todavía no definitivamente) sus rasgos y atributos más típicos. Por otra, se profundizó en el proceso de progresiva laicización del personaje. Efectivamente, Santa Claus dejó de ser una figura típicamente religiosa, asociada a creencias específicas de determinados grupos, y se convirtió más bien en un emblema cultural, celebrado por personas de credos y costumbres diferentes, que aceptaban como suyos sus abiertos y generales mensajes de paz, solidaridad y prosperidad. Además, dejó de ser un personaje asociado específicamente a la sociedad norteamericana de origen holandés, y se convirtió en patrón de todos los niños norteamericanos, sin distinción de orígenes geográficos y culturales. Prueba de ello fue que, por aquella época, hizo también su viaje de vuelta a Europa, donde influyó extraordinariamente en la revitalización de las figuras del "Father Christmas" o "Padre Navidad" británico, o del "Père Noël" o "Papá Noel" francés, que adoptaron muchos de sus rasgos y atributos típicos.

El último momento de inflexión importante en la evolución iconográfica de Santa Claus tuvo lugar con la campaña publicitaria de la empresa de bebidas Coca-Cola, en la Navidad de 1930. Como cartel anunciador de su campaña navideña, la empresa publicó una imagen de Santa Claus escuchando peticiones de niños en un centro comercial. Aunque la campaña tuvo éxito, los dirigentes de la empresa pidieron al pintor de Chicago (pero de origen sueco) Habdon Sundblom que remodelara el Santa Claus de Nast. El artista, que tomó como primer modelo a un vendedor jubilado llamado Lou Prentice, hizo que perdiera su aspecto de gnomo y ganase en realismo. Santa Claus se hizo más alto, grueso, de rostro alegre y bondadoso, ojos pícaros y amables, y vestido de color rojo con ribetes blancos, que eran los colores oficiales de Coca-Cola. El personaje estrenó su nueva imagen, con gran éxito, en la campaña de Coca-Cola de 1931, y el pintor siguió haciendo retoques en los años siguientes. Muy pronto se incorporó a sí mismo como modelo del personaje, y a sus hijos y nietos como modelos de los niños que aparecían en los cuadros y postales. Los dibujos y cuadros que Sundblom pintó entre 1931 y 1966 fueron reproducidos en todas las campañas navideñas que Coca-Cola realizó en el mundo, y tras la muerte del pintor en 1976, su obra ha seguido difundiéndose constantemente.

Por el cauce de las postales, cuentos, cómics, películas, etc. norteamericanas, la oronda figura de Santa Claus sigue ganando popularidad en todo el mundo, y hoy puede decirse que constituye la advocación más universal y conocida, y también la más laica y comercial, de todas las derivadas del San Nicolás de Bari que desde el siglo IV se ha considerado tradicional protector de los niños.

14 noviembre 2007

Subtarea 6: subida de un vídeo al blog.



El búmeran, que siempre vuelve… o eso dicen.

El búmeran o bumerán (del inglés boomerang, transcripción directa de la pronunciación aborigen de Australia) es un arma que tras ser lanzada regresa a su punto de origen debido a su perfil y forma de lanzamiento especiales. Perteneciente a la clase de los bastones arrojadizos se utiliza para aturdir y, en casos excepcionales, matar a pequeños animales u hostigar a la infantería enemiga durante la batalla. Cualquier material es válido para construir un bumerán: madera, plástico, cartón, fibra de carbono, aluminio, etc.

Consiste en un palo de una longitud variable, pero raramente superior a 50 cm, ligeramente curvado en ángulo hacia su mitad (lo que le confiere el efecto necesario para describir vuelos circulares). Puede ser redondo o con los bordes afilados, aunque también existen modelos con forma de aspa.

Su capacidad de describir vuelos de ida y vuelta se debe a su curvatura y tallado; pero también en gran medida a la habilidad y la técnica del lanzador.

Lo mismo que otras armas de gran implantación, como el arco o la jabalina, el búmeran es muy antiguo y conocido en prácticamente todos los continentes, no únicamente en Australia como erróneamente se cree. Existen bajorrelieves y dibujos de cazadores y soldados utilizando bastones arrojadizos en el Egipto faraónico. Por su parte San Isidoro de Sevilla escribía en su Enciclopedia la descripción de esta arma, su utilización para herir o atontar y su capacidad para volver hacia su lanzador cuando no encontraba blanco.

13 noviembre 2007

Subtarea 5: subida de un vídeo al blog

Ordenadores Más Personales, Más Humanos.

En este ingenioso y curioso vídeo vemos cómo nos explican e ilustran con imágenes algunas de las muchas posibilidades que nos brindan hoy en día las nuevas tecnologías. Pero, probablemente el mensaje más importante que nos quieren transmitir es que esa tecnología está ahí para adaptarse a nuestras necesidades e intereses específicos e individuales, haciéndonos la vida más fácil y placentera. El objeto de la "máquina personal" es ayudarnos a ser más "humanos", ofreciéndonos medios para aprender, conocer y comunicarnos, para integrarnos en una sociedad global del conocimiento.

Por otra parte, si queremos enterarnos de todas las posibilidades a las que se refiere el vídeo y comprender los comentarios graciosos que hace el actor, así como las referencias que hace tanto a su antigua serie de televisión como a su próxima película “Bee Movie”, deberemos intentar esforzarnos con nuestro inglés y recordar lo que decía Wittgenstein a propósito de los idiomas: "Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo." Así, cuantos más idiomas, más herramientas de aprendizaje, más instrumentos para explorar distintas culturas, distintos mundos.

Por cierto, no debe faltar la nota cultural de este post. El actor que sale y al que no se le ve la cara es el humorista norteamericano Jerry Seinfeld, al que no se le puede considerar precisamente como tonto, ya que fue el actor mejor pagado de la televisión, al que tampoco se le puede negar una fuerte personalidad y tenerlo muy claro en la vida; cuando después de nueve temporadas con su serie "Seinfeld" triunfando en la tele, dijo que lo dejaba porque "la comedia sobre nada", que había ideado con su amigo Larry David ya no le interesaba. Fue entonces cuando la productora de la NBC pretendió hacerle renunciar a sus principios y continuar, ofreciéndole un contrato astronómico de 90 millones de dolares; pero, no todo está en venta y Seinfeld dijo que no, ostentando con el ello el récord del contrato más cuantioso que se haya rechazado en toda la historia del cine o la televisión.

12 noviembre 2007

Subtarea 4: enlazar una imagen de Flickr al blog

El koala… siempre echando la siesta.

De este simpático animal se pueden contar bastantes curiosidades. La primera y más evidente es que es el orgulloso plusmarquista mundial en siestas, cabezaditas y demás formas de dormir, poseyendo un record de cerca de 22 horas de sueño diario de promedio, aventajando en dos horas a todo un especialista como es el perezoso.

Otro hecho sorprendente de estos animales es que prácticamente no beben nada a lo largo de toda su vida, pues recogen la poca que necesitan de las hojas de eucalipto que comen. No es de extrañar, por lo tanto, el significado de su nombre, que en el lenguaje de los aborígenes australianos quiere decir “no bebe”.

Por otra parte, el aspecto de oso de peluche de estos pequeños animales (de 61 a 84 cm de talla y unos 9 kg de peso) conduce a error, porque nada más lejano a la realidad. Los koalas son mamíferos con bolsa, los cuales se conocen por el nombre de marsupiales (metaterios). Estos animales, como ya hemos comentado, viven sobre eucaliptos en Australia y Nueva Zelanda, de cuyas hojas se alimentan. Los koalas están mucho más emparentados con los canguros (también marsupiales) que con los osos, los cuales pertenecen al orden de los carnívoros, que no pertenecen siquiera al continente australiano.

Otro aspecto interesante sobre estos animales es que son sumamente difíciles de mantener en cautiverio, ya que requieren de mucha comida. Cien árboles de eucalipto serían necesarios para mantener a un solo espécimen. Fuera de Australia y Nueva Zelanda, el único lugar donde se encuentran koalas es el zoológico de San Diego en California.

Por último, al tener que estar tanto tiempo en lo alto de un árbol, se encuentra totalmente adaptado para trepar con sus potentes garras, que al mismo tiempo son especialmente hábiles. De hecho, en la superior tiene los 2 primeros dedos como 2 pulgares humanos (que pueden oponerse al resto); y en la inferior tiene el pulgar sin garra y el corazón y el índice parcialmente unidos. Quizá esto pueda explicar en parte uno de los datos más sorprendentes y desconocidos de estos animales y es el hecho de que tengan huellas dactilares prácticamente idénticas a la de los seres humanos; característica que sólo compartimos además con algunas variedades de monos.

09 noviembre 2007

Subtarea 3: post con imagen en doble tamaño

DATOS PERSONALES
Nombre: Ángel Bravo Barroso
Lugar de nacimiento: Albury (Australia)
Fecha de nacimiento: 23-11-1963
Lugar de residencia: Badajoz
Centro de trabajo: IES "Campos de San Roque" en Valverde de Leganés (Badajoz).

FORMACIÓN ACADÉMICA
1982-1987: Licenciado en Filología Inglesa por la Universidad Complutense de Madrid.

FORMACIÓN COMPLEMENTARIA
1987-1989: Traductor superior especializado en lengua inglesa por el Instituto de Lenguas Modernas y Traductores, de la Universidad Complutense de Madrid.

EXPERIENCIA PROFESIONAL
1991-2007: Profesor de Educación Secundaria

INFORMÁTICA
Nivel usuario, tanto en entorno Windows (word, powerpoint, excel, publisher y access) como en entorno LinEx (impress y writer).

Subtarea 1: poner foto en el post

El continente isla

Australia continental, con su extensión de 7.69 millones de kilómetros cuadrados, es al mismo tiempo la isla más grande y el continente más pequeño de la Tierra. Se extiende unos 3.700 kilómetros desde su extremo norte a su extremo sur, y unos 4.000 kilómetros de este a oeste.

En superficie, Australia es la sexta nación más grande del mundo, detrás de Rusia, Canadá, China, los Estados Unidos y Brasil. Su territorio oceánico, el tercero más grande del mundo, abarca tres océanos y cubre alrededor de 12 millones de kilómetros cuadrados.

La elevación media de Australia es de 330 metros, la más baja de todos los continentes, y su punto más alto es el Monte Kosciuszko, de sólo 2.228 metros de altura. Lo que Australia no posee en altura lo compensa en variedad de paisajes. El monolito gigante Uluru (la Roca Ayers) en el Territorio del Norte y las sorprendentes montañas en forma de colmena Purnululu (las “Bungle Bungles”) en Australia Occidental, son tan atrayentes para los turistas de todos los rincones del mundo, como también lo son las playas y los bosques tropicales.