El búmeran, que siempre vuelve… o eso dicen.
El búmeran o bumerán (del inglés boomerang, transcripción directa de la pronunciación aborigen de Australia) es un arma que tras ser lanzada regresa a su punto de origen debido a su perfil y forma de lanzamiento especiales. Perteneciente a la clase de los bastones arrojadizos se utiliza para aturdir y, en casos excepcionales, matar a pequeños animales u hostigar a la infantería enemiga durante la batalla. Cualquier material es válido para construir un bumerán: madera, plástico, cartón, fibra de carbono, aluminio, etc.
Consiste en un palo de una longitud variable, pero raramente superior a
Su capacidad de describir vuelos de ida y vuelta se debe a su curvatura y tallado; pero también en gran medida a la habilidad y la técnica del lanzador.
Lo mismo que otras armas de gran implantación, como el arco o la jabalina, el búmeran es muy antiguo y conocido en prácticamente todos los continentes, no únicamente en Australia como erróneamente se cree. Existen bajorrelieves y dibujos de cazadores y soldados utilizando bastones arrojadizos en el Egipto faraónico. Por su parte San Isidoro de Sevilla escribía en su Enciclopedia la descripción de esta arma, su utilización para herir o atontar y su capacidad para volver hacia su lanzador cuando no encontraba blanco.